Refiere el presente trabajo la historia de las ideas que siguieron inmediatamente a la Revolución Francesa, con algunas figuras intelectuales de primera magnitud. Destaca que lo que, se inicia como en defensa de la Iglesia y de los intereses espirituales de los católicos, se desvía luego hasta llegar a oponerse a la Doctrina de la Iglesia y da origen a una sucesión de errores que han merecido reiteradas condenas del Magisterio eclesiástico, y cuyos nocivos efectos perduran todavía decisivamente en la sociedad cristiana actual.
Aduce Canals una cita de monseñor Dupanloup en 1831, relativa a la culminación de las doctrinas de Lammenais: «El clero joven es terriblemente accesible a estas doctrinas de cisma, orgullo y libertad desenfrenada».