Sólo la verdad filosófica es asumible por una recta teología. Sentido de la recomendación pontifícia de la doctrina filosófica de Santo Tomás de Aquino.
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3. La teología sagrada: su objeto y razón formal
La teología sagrada, generada en la tarea de los Santos Padres en la búsqueda de la «inteligencia de la fe» y de la defensa de la misma contra los judíos y los herejes, alcanzó, en los grandes doctores escolásticos, a constituirse como una ciencia.
Aunque heterogénea en su subiectum, es decir, su contenido u «objeto material», y en su formalidad cognoscitiva, que es la ratio revelati, respecto de las ciencias de orden natural, es analógica con las mismas en los caracteres de racionalidad argumentativa por la que, a partir de principios ciertos se alcanzan conclusiones «demostradas».
Desde la edad apostólica y en especial a partir del siglo II, llamado el siglo de los Apologistas, se ha dado siempre en la Iglesia esta tarea de defensa y sostenimientoEn Aristóteles la episteme theologike se identifica con la «ciencia que contempla lo que es en cuanto que es», en el sentido de que sólo en esta ciencia que se llamaría después ontología el entendimiento humano, buscando conocer la primera causa de la universalidad de los entes, alcanza a conocer la realidad divina. Damos el nombre de teología natural a la parte última, es decir, al tratado metafísico sobre Dios como primera causa del ente.
4. Artículos de la fe y conclusiones teológicas
Teniendo en cuenta que la resurrección común, es decir, la nuestra, es también una verdad revelada, de importancia decisiva para el sentido de nuestra vida cristiana, y cuya fe profesamos en los Símbolos, y así el Nuevo Catecismo la expone al comentar el artículo del Símbolo apostólico: «creo en la resurrección de la carne», comprenderemos en qué sentido el raciocinio teológico no se ejercita sólo ni primariamente en la deducción de conclusiones teológicas a partir de los datos revelados, sino que, es también tarea teológica la que fue descrita así por el Concilio Vaticano I.
2. Apologética y teología fundamental
Ya en los Evangelios y en los escritos de los Apóstoles encontramos muchos textos en que se arguye contra quienes desconocen «las obras» que Jesús hacía, y el cumplimiento en El de los prometido a los patriarcas de Israel y anunciado por los profetas.
Desde la edad apostólica y en especial a partir del siglo II, llamado el siglo de los Apologistas, se ha dado siempre en la Iglesia esta tarea de defensa y sostenimientoEn Aristóteles la episteme theologike se identifica con la «ciencia que contempla lo que es en cuanto que es», en el sentido de que sólo en esta ciencia que se llamaría después ontología el entendimiento humano, buscando conocer la primera causa de la universalidad de los entes, alcanza a conocer la realidad divina. Damos el nombre de teología natural a la parte última, es decir, al tratado metafísico sobre Dios como primera causa del ente.
1. Fe teologal y ciencia de lo revelado
El término «teología» ha tenido una evolución histórica compleja, antes de que llegase a significar la elaboración racional de la que Santo Tomás llamaba «ciencia sagrada».
En Aristóteles la episteme theologike se identifica con la «ciencia que contempla lo que es en cuanto que es», en el sentido de que sólo en esta ciencia que se llamaría después ontología el entendimiento humano, buscando conocer la primera causa de la universalidad de los entes, alcanza a conocer la realidad divina. Damos el nombre de teología natural a la parte última, es decir, al tratado metafísico sobre Dios como primera causa del ente.
San José, Patriarca del Pueblo de Dios
Es un honor para mí y una satisfacción profunda prologar la obra que el Dr. Canals ha presentado en la Facultad de Teología de Barcelona (sección de San Francisco de Borja), con el título de «José, esposo de María, Patriarca del Pueblo de Dios».
Un honor, porque de todos es conocida la figura de este seglar benemérito, filósofo heredero de nuestra mejor tradición metafísica, que ha tenido siempre el acierto y, diríamos, el don de saber unir la piedad sencilla del pueblo de Dios con el rigor de la investigación más depurada y exigente
Obras Completas, vol. 2
Segundo tomo de las obras completas de Francisco Canals Vidal, y segunda parte de los escritos más apostólicos. En este segundo volumen se recogen todos aquellos escritos que podrían aglutinarse en torno a aquella consigna ignaciana de «sentir con la Iglesia». Así pues, artículos sobre la historia de la Iglesia y su Magisterio, el Pontificado, san Ignacio de Loyola o, más en general, la vida cristiana. Actualmente el volumen está en fase de publicación.