Este artículo no pretende sugerir que todas las circunstancias históricas y sociales sean idénticas; ni que sólo se de prudencia en las autoridades de la Iglesia cuando éstas adoptan actitudes de rotunda claridad y de total intransigencia. Quiere decir, ciertamente, que es falso que no pueda la prudencia cristiana exigir en determinadas circunstancias aquellos modos de Gobierno. Y también que es un criterio de falsa prudencia mundana aquel que lleva a combatir o a despreciar a los Papas, a los prelados o a los pastores y teólogos, o a los dirigentes laicos de los movimientos de ciudadanos católicos que se crean obligados en algunos casos a ejercitar la valentía y la fortaleza cristiana en defensa de la verdad y del derecho.
Categoría: Articulos de prensa
El objetivo final de los estatutos autonómicos (13.II.1987)
Quien piense que las afirmaciones del artículo de la Constitución que, antes de mencionar las «nacionalidades», habla de la nación española y de la «patria» indivisa, contienen una garantía para el futuro unitario de España, se engaña a sí mismo voluntariamente.
Quien desee que España se mantenga como unidad histórica, y no sólo administrativa o «estatal», en el futuro, habrá de invocar ideales y valores superiores y anteriores a esta desintegradora Constitución…