A. SOCIEDAD
Entrevista grabada el 3 Febrero 1985 por L. Mir Mir, en A solas con…, Barcelona 1985
A-01 Desde el punto de vista profesional y público, ¿qué le hubiera gustado ser, aparte de lo que ya es? Antes de emprender los estudios que me llevaron a la profesión que ahora tengo, hubiese querido ser notario o registrador de la propiedad. Yo estudié la carrera de Derecho, pero me dí cuenta que no era ésta mi vocación y ya con esta carrera muy avanzada, pasé a Filosofía, terminé la de Derecho y después la de Filosofía, me doctoré en Filosofía y en Derecho y últimamente en Teología. Otras opciones de tipo profesional las abandoné porque no eran lo mío. Ahora, realmente, estoy satisfecho de haber sido profesor de Filosofía y de haberme dedicado a tareas de este tipo de estudio.
– ¿Cómo definiría la filosofía? La filosofía es el pensamiento humano en su máxima tensión y profundidad y, por eso, cuando se realiza con verdad y sinceridad, es amor al saber y a la verdad. Es algo absoluto y universalmente humano. Esto es la verdadera filosofía.
A-02 ¿Cree que es frecuente que el éxito con popularidad condicione de tal modo a la persona que la incapacite de alguna manera para observar las realidades de los otros, por acostumbrarse a que su vida diaria sea siempre en torno a uno mismo? Yo creo que las dedicaciones mías, filosofía, metafísica y teología no son, gracias a Dios, de las que tienen el riesgo de dar una imagen pública excesiva; no tenemos el peligro de un cantautor o de un futbolista célebre. Uno quisiera siempre, sin duda, estar más atento a los demás y ser más comprensivo con el prójimo, pero creo que no puedo quejarme de que haya tenido una imagen pública que me haya condicionado. Me siento completamente libre. Dedicándose uno a la filosofía y a la metafísica, en este tema de la popularidad no pasa nada.
A-03 ¿A qué persona actual o histórica admira Vd. más y por qué? Aquí tengo que contestar con una respuesta que parece algo universal, pero que es muy concreta de intención: Mi admiración primera, por encima de cualquier otra, se dirije a aquellas personas -y pienso en personas concretas que no voy a nombrar porque sería absurdo hacerlo- a las que el poeta mallorquín Costa y Llobera dedicó una poesía titulada «Als humils», en la que habla de la gente a la que los que no comprenden la realidad consideran vulgares, pero que son las personas que con mayor autenticidad y sinceridad cumplen su tarea en el mundo, no buscando la riqueza, ni el honor, ni el poder, sino el cumplir sus deberes en su vida cotidiana. En otra línea, y aquí nombraré algunas figuras, mi admiración va a los mártires de la fe cristiana y a los grandes testigos de la fe. Por ejemplo, por dar un nombre de esta segunda clase, la figura histórica que admiro más es la del Patriarca San Atanasio de Alejandría; y le admiro porque fue Patriarca cuarenta años y durante veinte estuvo desterrado de su sede de Alejandría, perseguido por los poderes imperiales que apoyaban las herejías, y él, por defender la ortodoxia sobre la definición del Concilio de Nicea, tuvo que sufrir una constante persecución: veinte años de destierro en cuarenta años de episcopado. En otra época, admiraría en esta misma línea al Papa San Pío X. Y en cuanto a los mártires a los que antes me he referido, podría nombrar a los españoles del año 1936 -que el año que viene celebramos el 50 aniversario- y al obispo Irurita de Barcelona, que fue mártir porque quiso, ya que pudo huir y prefirió quedarse donde estaba el peligro.
A-04 ¿Sobre qué tipo de materias o en qué circunstancias considera que la «Opinión Pública» es una opinión equivocada? Yo creo mucho en el sentido común de las personas humildes, y cuando hay una opinión pública equivocada, que es casi siempre, es porque está manipulada. Cada época tiene sus métodos de manipulación y en nuestro tiempo estos están industrializados. La opinión pública se equivoca siempre que es manejada, y es lo que un ilustre pedagogo catalán, Pau López Castellote llama «la dictadura dels entesos», consistente en imponer a la gente el pensar y la actitud que hay que adoptar ante un tema concreto, y que no sale de la natural sindéresis ni de la experiencia común. Si se pudiesen hacer encuestas auténticas en las que la gente pudiera contestar realmente lo que sabe o piensa, sin el condicionamiento de la respuesta por la pregunta, o de la criba de la opinión pública ya previsible, encontraríamos que no coincidiría la convicción más universal de los hombres con lo que se suele suponer que es pública opinión.
A-05 Los valores prioritarios de nuestra actual civilización occidental, ¿dificultan o estimulan la plena autorrealización individual? En el contexto de que hablaba en la pregunta anterior, precisamente por esta presión y por esta manipulación de los medios de comunicación social, se suele dar prioridad a valores de tipo de dominio tecnológico y de desarrollo económico. Y me parece que la experiencia que todos tenemos es que cuando en una sociedad -familia, tierra o pueblo- se da la primacía a lo económico y se da la máxima atención a la organización productiva, es imposible que se realice una vida personal auténtica -digo si se da primacía-. La tendencia a considerar que la utilidad económica es el condicionamiento supremo del dinamismo social, para mí es una de las fuentes más claras de opresión en el mundo contemporáneo. Y lo argumento diciendo que en la vida familiar, por ejemplo, en cuanto comienza a predominar la preocupación económica por encima de cualquier otro valor, no se mantiene la paz familiar. En familia se puede hablar y discutir de todo, pero si se habla y se discute de dinero, es cuando se dividen las familias. Y no me refiero al hablar, sino al discutir. Como instrumento, como utilidad y como medio, evidentemente lo económico es un elemento necesario en la vida humana; pero el economismo o la primacía de lo económico, es incompatible con una vida personal libre y con una armonía social, en cualquier tipo de agrupación social, sea familiar o política.
A-06 Nuestra evolución social, ¿hasta qué punto es producto de la Ambición de Poder sobre los demás? Creo que esto es un hecho en nuestro actual mundo del siglo XX. Parece muy agudo el análisis que hizo el filósofo Martín Heidegger en un ensayo titulado «La superación de la Metafísica», en el que presenta a escala planetaria la lucha por el poder, ejercida precisamente mediante la utilización de la tecnología, como si fuese, podríamos decir, la metafísica de nuestro tiempo, es decir, la filosofía que rige absolutamente las determinaciones de los hombres. La lucha por el poder, esta ambición de poder que se convierte a escala planetaria en las grandes tensiones internacionales, son muy determinantes en el sentido antes aludido; estorban tremendamente el desarrollo religioso y cultural de las sociedades.
A-07 ¿En qué orden considera que la mayoría de los políticos desean alcanzar estos dos objetivos?: – Bien social – Protagonismo de poder Esta pregunta casi la podríamos dejar, porque podría contestarse en cierto sentido en la misma línea que la pregunta anterior. Pero, en cambio, por ésto mismo, por esta situación del tiempo, es muy difícil individualizar la respuesta, aunque sea globalmente sobre estamentos sociales; es difícil juzgar a los hombres. Estamos inmersos en un clima en el que muchas veces no sabes de dónde surgen las corrientes; muchos que parecen manipuladores son ellos mismos manipulados, son comparsas. En este sentido hay el riesgo, en lo que podríamos llamar el»hombre masa» de la clase política, de ser esto, una persona dominada por otros, manipulada, siendo él mismo víctima de la ambición, del deseo de aparecer, de protagonizar, de una especie de vanidad social. Voluntad de poder, en el sentido al que me refería antes, la tiene muy poca gente, es algo muy minoritario; otra cosa es deseo de aparecer en público, de protagonismo, pero que no llega a ser ambición de poder.
A-08 Ante la toma de una decisión sobre un tema concreto en el que un Gobierno Democrático cree incompatibles estos dos objetivos: – Bien Nacional – Cumplir con la voluntad mayoritaria ¿Cuál recomendaría como objetivo prioritario? Rotundamente el bien nacional. Uno de los problemas más graves de la política en los siglos modernos es este mito de la voluntad general, porque no deja de ser un mito, al que ya me he referido antes cuando hablaba de esta dictadura de los entendidos, de esta manipulación de la opinión. Pero aunque fuese voluntad general, si ésta quiere algo que está contra la naturaleza del hombre, contra su felicidad, contra sus naturales inclinaciones, como de hecho en la historia a veces podemos observar, nunca la voluntad mayoritaria tendría derecho a ser considerada en última instancia.
A-09 Breve relación de aciertos y errores de nuestro actual gobierno. En estos últimos años voy «pasando» de la atención concreta a estas cosas; los decretos o leyes los veo como aspecto demasiado anecdótico de la política. Creo que los errores más graves de la política española de los últimos años se realizaron ya antes del advenimiento del gobierno socialista -con el cual ciertamente me siento en plena disconformidad-, y se realizaron por el afán de «progresismo» o de «modernidad» como ya llamaron. Me parecen muy erróneas las líneas emprendidas, por ejemplo, en la legislación del divorcio, en la despenalización del aborto y en la reforma fiscal, que contenía ya casi todos los elementos de lo que quería realizar un socialismo moderado.
A-10 ¿Cree que existe algún principio básico común entre Nacionalismo, Conciencia de Clase y Racismo? Ciertamente. Si se estudian las fuentes históricas de lo que modernamente se ha llamado nacionalismo, y si observamos también el origen de los conceptos de conciencia de clase, como toma de conciencia de clase oprimida para la lucha de clases en la concepción marxista, y del racismo, concretamente el que se produjo con el nacional socialismo alemán, podemos ver que hay unas fuentes filosóficas comunes, procedentes de la época de la filosofía idealista alemana y de alguno de los elementos característicos del ambiente del pensamiento romántico alemán. Hay raíces filosóficas comunes en el pensamiento de Hitler, en el de Prat de la Riba o en el de Marx, y proceden de la filosofía idealista alemana.
A-11 ¿Cree que las soluciones que demanda el mundo actual se encuentran en la alternativa izquierda-derecha, comunismo-capitalismo, etc? No, en absoluto. Hay que tener en cuenta que, cuando se contrapone comunismo-capitalismo y se entiende por derecha la defensa de una sociedad capitalista liberal, y por izquierda, el combate contra esta sociedad, el moderno capitalismo -relacionado con la revolución política liberal tiene unos orígenes éticos de tipo utilitarista y hedonista y unos orígenes filosóficos de tipo empirista, que están al margen de una visión cristiana de la realidad del mundo. Por esto hay que tener en cuenta el pensamiento de la Iglesia Católica cuando juzgó las desviaciones y errores de la sociedad capitalista -que por primera vez lo hizo León XIII en la encíclica Rerum Novarum-, diciendo que los desarreglos de la sociedad capitalista eran consecuencia de los principios filosóficos que inspiraban la política que había conducido al social-liberalismo. Podríamos decir que hay pues una dialéctica interna que, con esta apariencia de oposición radical, tiene principios comunes que son los que originan el proceso mismo del naturalismo europeo, en la Inglaterra del siglo XVII-XVIII.
A-12 ¿Qué valores prioritarios considera que habría que inculcar básicamente a través de La Enseñanza? Antes de contestar -que contestaré muy explícitamente- voy a decir con toda franqueza que a mí me sorprende muchísimo que no se haya relizado nunca ninguna encuesta buscando la relación que podría haber entre la extensión de la drogadicción, la delincuencia juvenil, el incipiente suicidio infantil, y el abandono de la educación religiosa en las escuelas. Dicho esto, afirmaré que en la educación humana, la educación moral de tipo religioso, de tipo cristiano, es absolutamente indispensable. No se puede pensar que se mantendrá la solidez moral en la adolescencia y la j.uventud que ahora va creciendo, si se les ha dejado sin la educación que deberían haber recibido. Lo prioritario es lo religioso, así, tal como, suena.
A-13 Para evitar la pregunta: «¿Qué es primero, el individuo o la sociedad?», por ser demasiado polivalente, la concretaremos en una sencilla alternativa: -¿Qué es mejor, que muera 1 y que vivan bien 999.999, o que no vivan bien 1.000.000? Aquí, para evitar la pregunta también evitaré la alternativa, porque no da pie a una respuesta clara. Lo que procede es afirmar el valor en sí, irrepetible y de bien en sí mismo, del ser personal. El ser personal, de suyo, nunca se puede considerar una mera pieza de una colectividad. La substancia humana no es la sociedad, ni la cultura, ni la política; es la persona.
A-14 ¿Cree que en España existen casos en los que resultan incompatibles los siguientes valores? – Respetar las leyes – Dar de comer a los hijos dignamente Si así fuera, ¿a cuál le concedería prioridad? Sí, yo concedería prioridad al dar de comer a los hijos dignamente, sin que eso quisiera decir que, alegando la situación en la que estamos, considerase tolerable el desorden o el atraco, por ejemplo. Pero ciertamente, la legislación y la administración no puede funcionar de una forma que, a pretexto de construir una determinada estructura social, puede llevar a una situación en la que la misma presión fiscal y una serie de factores, hagan enormemente complicada la proporción entre los ingresos y los gastos en una familia normal.
A-15 ¿En qué circunstancias concretas, si es que las hay, considera Vd. que la Sociedad tiene derecho a erigirse como el primer dueño de la vida de uno de sus individuos, hasta el punto de poder eliminarla? Las circunstancias concretas tienen que ser establecidas por leyes penales claras anteriores al delito y no contra un derecho natural que es anterior al derecho positivo. Yo creo en la legitimidad de la pena de muerte.
– Pero, ¿no es un poco contradictoria esta posición con la de reconocer que el «ser personal» nunca se puede considerar una mera pieza de una colectividad, por ser la substancia humana un valor en sí misma, no negociable por la sociedad? Ahora sería largo analizar todo el problema jurídico-moral que encierra el tema de la pena de muerte. Lo que sí afirmaré es que la mayoría de corrientes filosóficas que han conducido a considerar ilegítima a la pena de muerte no se fundan -aunque lo digan después polémicamente- en el reconocimiento de la dignidad personal del ser humano, sino en un concepto determinado del poder social, precisamente de tipo contrario a las ideas personalistas. Por esto, los enemigos de la pena de muerte suelen argumentar contra los que condenan el aborto, diciendo: -Atacáis el aborto y defendéis la pena de muerte-. Este argumento es perfectamente retorcible: ¿Qué puede tener contra la pena de muerte el que despenaliza el aborto? Es decir, considera que el Estado en ningún caso puede castigar con la pena capital a un delicuente y, en cambio, una madre puede matar a su hijo, digamos que en determinados casos, pero que a la larga sera siempre que quiera.
A-16 ¿Existe para Vd. alguna diferencia fundamental de derecho de la Sociedad entre la Pena de Muerte y cualquier otra decisión que implique necesariamente Sacrificio Humano (Malvinas, Granada, Declaración de Guerra, etc.)? Aquí, al ejemplizar casos concretos por una parte, y por otra señalar «la declaración de guerra», la pregunta remite más bien a algo que en estos tiempos hay que contestar con mucha matización y observación. Yo creo que existe, en principio, un derecho justo a la guerra. Lo que ocurre es que en nuestro tiempo apenas es posible que una legítima guerra no llevara consigo un peligro mayor que el mal que tratara de evitar. En nuestro tiempo, debido precisamente al progreso técnico de los armamentos y a la internacionalización de todos los conflictos, éstos traen un peligro de mal universal queriendo defender justamente un bien particular de un determinado territorio o nación, convirtiéndose para ésta misma en un mal mayor que el que se trata de evitar. Por ejemplo, si España, por tratar de rescatar Gibraltar, se expusiera a una guerra nuclear, evidentemente sería absurdo: Es decir, que la guerra justa -doctrina legítima- hay que decir que en estos tiempos es difícilmente aplicable.
A-17 Imaginemos una encuesta a la juventud española actual en la que se ofrecen dos hipotéticas y únicas alternativas de futuro:
– España se defenderá hasta con armas nucleares si es preciso, antes de pasar a formar parte del dominio soviético.
– España pasa sin violencia a formar parte del dominio soviético.
¿Cuál cree que sería la opción mayoritaria? ¿Elegiría Vd. lo mismo? Esto está en relación con el tema anterior. Si se sometiera la situación del mundo a una cierta presión de este tipo y hubiera quien quisiera liberar al mundo de esta hegemonía marxista, éste se expone a una guerra mundial. Planteado así, parece que el mundo no tiene más remedio que someterse a la presión del que tenga la habilidad de plantear la amenaza con mayor energía. Precisamente por esto yo no me siento inclinado a tomar una opción de este tipo. Pienso que la mayoría de la juventud tomaría la opción a la que condujera la presión de los medios de comunicación, propaganda, etc., y en ese sentido yo no me inclinaría por la opción mayoritaria. Creo que el mundo tiene que evitar cuidadosamente caer en la trampa de decir: -Como que la guerra ahora sólo puede producir mayores males, tenemos que acostumbrarnos a pensar que habrá que renunciar a la libertad y someterse a los poderes totalitarios-; me parece que esto, como actitud, tampoco es legítimo.
A-18 ¿Cuáles cree que podrán ser las características generales más notables de la Sociedad Humana de aquí a cien años? Para contestar a esta pregunta habría que ser profeta; … no lo sé. De todos modos, si no tuviésemos motivos de esperanza en la rectificación de los criterios, en la reconquista de valores que se están perdiendo -o que se intenta que se pierdan-, en la línea actual del dinamismo sociológico existirían todos los motivos para ser ciertamente pesimista. Si consideramos que en todos los países desarrollados va a continuar el actual proceso de disminución del índice de fertilidad, y pensamos que a la vez el actual desarrollo de la medicina y la mejor organización social de la higiene van alargando el promedio de vida, llegaremos fácilmente a la conclusíón de que la generación que habrá despenalizado el aborto, tendrá que morir por la despenalización de la eutanasia, porque de no ser así, dentro de un cierto tiempo no habrá pensiones para los ancianos. La eutanasia, si vamos anticipando la edad de la jubilación, habrá que, primero, tolerarla en la jurisprudencia -como ocurre ya en muchos países avanzados-, después, esta tolerancia tendrá que ser de una forma expresa en la legislación, y finalmente se llegará a subvencionarla a través de la Seguridad Social, como ya se pide que se subvencione la planificación familiar, el anticonceptivo o el aborto. De esta forma, la Seguridad Social acabará eliminando a los ancianos en nombre del derecho de «morir dignamente»; no cabemos todos en el mundo. Es decir, que podemos llegar a una sociedad terrorífica, en la que todas las personas, al llegar a los sesenta años, estarán esperando a ver por dónde les llega la sentencia de muerte. Mientras se habla de la abolición de la pena de muerte, ahora se matan a los niños antes de nacer; dentro de un tiempo se matarán a los ancianos, siempre que para sostenerlos a ellos, no puedan vivir bien las gen·eraciones activas. Esto parece una novela futurista apocalíptica, pero creo que sería éste el curso que se seguiría. Y en Cataluña esto se ve cada vez más: Mis esperanzas van por otro camino y espero que algún día cambien los signos de las cosas y que se restaure un verdadero orden de valores. Pero en la línea y en la orientación en que estamos ahora inmersos, habría que decir que vamos irremisiblemente hacia la eutanasia «gratuita, obligatoria y laica» .
– ¿No es una constante histórica el hecho de que los signos cambien? Bueno, yo no lo veo tanto como un determinismo histórico, sino como una esperanza cristiana. Dios puede remediar esta situación; el mundo tiene que volver al camino, que es Cristo.
A-19 El proceso cíclico de autodestrucción social, ¿es independiente de la voluntad del Ser Humano? Yo creo que en la história el hombre individual también ejerce su libre albedrío. Lo que ocurre es que no está en la mano de todo hombre el encaminar la historia. Se podría decir que en estos procesos de decadencia trascienden las posibilidades de resolución a nuestras energías individuales en la mayoría de los casos, con lo que no quiero decir que no haya responsabilidades personales, aunque generalmente no sean controlables por la mayoría de los hombres.
A-20 ¿Cree que llegaremos en un futuro próximo o lejano al Gobierno Mundial?¿Considera positiva esta posibilidad? Podría ser que se llegase a algún tipo de Gobierno Mundial. Hay dificultades en las mismas tensiones y rivalidades de grupos, pero podría ser que la misma tensión acabase por imponer una cierta hegemonía, una necesidad de una organización mundial. Si esta organización mundial se viese como una sociedad de naciones jurídicamente organizada y que tendiese a tener una cierta autoridad de carácter jurídico en el Derecho Internacional, esto sería positivo. Ahora, un Gobierno Mundial entendido en la línea de las grandes potencias en base asu fuerza armamentista, esto sería algo sumamente destructor de la libertad en todo el mundo, fuera cual fuese el grupo hegemónico. Pero una organización mundial efectiva a partir de un pacto, según el Derecho Internacional, esto sería legítimo y constructivo; de alguna manera es lo que se va buscando ya desde años atrás con el Tribunal de la Haya, la Sociedad de Naciones, etc.
A-21 ¿Cree que la certeza de que todos seríamos perdedores en el caso de un conflicto nuclear mundial es una garantía real y suficiente para la paz? Aquí he de contestar negativamente. No digo que no frene las posibilidades de la guerra, pero no es una garantía real ni suficiente. La paz no se puede mantener indefinidamente en base al equilibrio del terror. En este sentido el mundo está siempre y realmente al borde del abismo.
A-22 ¿Cuál cree que será el final de la actual carrera armamentista; el desarme o la explosión? Sólo puedo decir que el terror a la explosión no es garantía contra ella. Creer que sobrevendrá una guerra nuclear, no puedo decirlo.