
Mi admiración primera, por encima de cualquier otra, se dirije a aquellas personas -y pienso en personas concretas que no voy a nombrar porque sería absurdo hacerlo- a las que el poeta mallorquín Costa y Llobera dedicó una poesía titulada «Als humils», en la que habla de la gente a la que los que no comprenden la realidad consideran vulgares, pero que son las personas que con mayor autenticidad y sinceridad cumplen su tarea en el mundo, no buscando la riqueza, ni el honor, ni el poder, sino el cumplir sus deberes en su vida cotidiana